El 1 de septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia y la Segunda Guerra Mundial empezó. En semanas el ejército polaco fue vencido y los nazis empezaron su campaña para destrozar la cultura polaca y esclavizar a los polacos, a los que veían como “infrahumanos.” Matar a los líderes polacos era el primer paso: los soldados alemanes llevaron a cabo masacres de profesores universitarios, artistas, escritores, políticos y muchos sacerdotes católicos.
Los nazis también secuestraron a 50.000 niños de “aspecto ario” y los llevaron a Alemania para ser adoptados por familias alemanas.
Tras las protestas públicas de 1941 el liderazgo nazi continuó con su programa “eutanasia” en secreto. Bebés, niños pequeños y otras víctimas fueron muertos con inyecciones letales y píldoras así como de inanición forzada.
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